Redes Sociales |
Mientras, la personalidad on-line ha mutando: en 1996 (cuando chateabas bajo la supervisión de #Scytale y #Chaos, los bots de IRC) el mundo virtual era un paraíso del alter-ego, ahora en 2011 la red está habitada por el súper-ego de muchos. Y todo eso sin Nietzsche ni nada por el estilo.
Hemos pasado de ocultar quienes somos (y ser quien queremos ser) a promovernos on-line como productos o marcas; La red ya no es un mundo de anónimos que se comunican; ahora es necesario ser "alguien" en la red (como sugiere la headhunter Arancha Ruiz debes tener una presencia tuya-propia en la red porque, lo quieras o no, todos estamos aquí dentro).
Coexisten tras ello dos retos: Por un lado todos tenemos la necesidad de gestionar nuestra propia marca, nuestra imagen en la red. En la otra cara, las empresas deben relacionarse con estos súper-clientes (ya no son anónimos) e incluso competir con (con-contra) ellos en tanto a la atención, la credibilidad y el tiempo de los demás usuarios. Todo bajo la presión de: "debes estar ahí" y la de "debes estar bien": Las dos premisas del mundo on-line 2.0, porque... ¿quien se puede permitir perder un mercado potencial como Internet? ¿quien puede dejar la imagen de su propia empresa/ persona a la deriva en la red?
Esto se ha convertido en un terreno muy complicado para unos y para los otros.
Lo fácil era navegar, chatear y hacer comentarios en las webs de otros bajo el pseudónimo de "cliente enfadado" y para las empresas, hacer una web publicando sólo los e-mails de los clientes contentos. Todos somos conscientes de que "los tiempos han cambiado" (sobre todo @sarisbcn) pero a ratos me parece que no nos damos cuenta en que lío nos hemos metido.
Bienvenidos al 2.0.
No hay comentarios:
Publicar un comentario