lunes, 14 de noviembre de 2011

Internet is for Porn

Una de las cosas que más me llamó la atención del pasado EEC11 fue Juan Luís Polo (Territorio Creativo) cuando afirmó que las empresas que no saben porqué están en internet, dicen que es por razones de marca
Vale, la frase es muy buena, pero mejora si tienes en cuenta el contexto real de la misma. 


A día de hoy nadie niega la importancia de "estar en internet" y no sólo eso, sino también la relevancia de este canal como canal de venta (vamos de eso va el ECC). Pero en este escenario, pensemos por un momento: ¿Qué estamos haciendo con este canal? 


Sebastian Gunningham (seller en Amazon) afirmaba de forma contundente que su objetivo es ofrecer el mejor precio. Ese es su objetivo puro: internet como canal del mejor precio; nada descabellado teniendo en cuenta la historia del comercio on-line que se ha labrado a base de vuelos económicos, outlets de marcas de lujo a precios asequibles y páginas de subastas dónde predomina la venta directa sin intermediarios y al mejor precio. Tendencia que nació para atraer a los consumidores a la red (con esos grandes anuncios de oferta sólo para internet) y tendencia que se perpetúa a día de hoy con más y más empresas de gangas on-line de todo tipo: desde comida hasta ropa interior.


Con todo ello, ¿estamos convirtiendo internet en un canal de saldos? De ser así, ¿qué sentido tiene que el canal del futuro tenga como máximo exponente el precio? ¿Dónde queda la estrategia de las marcas, la experiencia del cliente y todo aquello por lo que se ha trabajado durante años para crear un valor al cliente? 


De ser así, el futuro sería una guerra de precios a tiempo real en internet. Moriría la estrategia en pos de un mercado de táctica comercial de precios en un entorno on-line que sólo busca muchos leads y volumen de ventas para compensar menores márgenes. Dejando atrás el poder de la marcas, su imagen y la relación con el cliente. Seremos mercenarios de la venta.


Parece que si una empresa entra en internet "por marca" está en mal sitio. Internet es para el porno y las gangas (el equivalente a la pornografía para las marcas). O quizás no.


En medio de todo esto, la CEO de mydeco.com Nicole Vanderbilt nos mostraba cómo se puede aprovechar la riqueza de este medio para ofrecer un valor adicional al cliente: un mensaje de fondo que confirma que internet no tiene por qué ser un canal de "precio" y que ofrece un sinfín de posibilidades para ofrecer al cliente un valor añadido. Por supuesto, este valor añadido puede ir de la mano de un nivel mayor de precios. 


Internet ha cambiado la forma de comunicarse del mundo entero, nos ofrece información, nos acerca a todo el mundo a tiempo real, permite una infinidad de alternativas con los parámetros información-diseño-tiempo a nivel personal. El marketing debe adaptarse igual que las estrategias y la forma de acercarnos al consumidor en un canal sobre el que podemos construir todo tipo de sueños imposibles para nuestros clientes.   


¿Nos vamos a quedar sólo con el precio? 

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La muerte del SMS

El uso del SMS como canal comercial está muy afectado, ahora es un canal de servicio
SMS ¿muerto o herido?
Si hace 10  años el SMS era uno de los canales que prometía captar nuevos clientes a bajo coste, hoy se ha convertido en canal de comunicación, barato y no sé hasta qué punto, eficaz.
Un medio que se vio afectado por el desarrollo de las nuevas tecnologías, los nuevos terminales, las  aplicaciones y las tarifas planas que quedó relegado al olvido. Lo apartamos, lo olvidamos y hoy en día, ningún departamento de marketing se plantea invertir en una campaña de SMS.

Hace 10 años los departamentos de marketing creímos en este canal, todo el mundo tenía móvil y todo el mundo sabía recibir y enviar mensajes de texto, así que: ¿Por qué no enviar millones de SMS esperando una respuesta? Aquellos pioneros, tuvieron éxito (éxito fugaz) pero 

¿Qué pasaría cuando el resto de compañías se unieran a la estrategia de + clientes por – dinero?

Si a la masificación del medio, una por una las compañías fueron enviando sus SMS, le añadimos los actos malintencionados, con premeditación y alevosía, que compañías como Club Zed, Blinko o Movilisto realizaron, ya tenemos el combo mortal.

El usuario ya no tenía suficiente con recibir 10 SMS promocionales al día, sino que además se le sumó el cobro de éstos SMS. (En este momento la LOPD y la jurisdicción no ejercían de madres sobreprotectoras con el usuario)
Esto llevó a que después de masificaciones, estafas  y protestas, los usuarios dijeron basta. Se cansaron de los SMS y dejaron de leerlos, los eliminaron de su bandeja de entrada y lo que fue peor, uno a uno fueron llamando a sus compañías telefónicas para dar de baja cualquier comunicación que proviniese de un número X o servicio “premium”.

Así fueron, fuimos, eliminando registros de nuestras bases de datos.

La muerte de un canal que quedó para comunicar y no para captar, un canal que hoy exige un consentimiento previo por parte del usuario, un canal que hoy las compañías solo utilizan para cosas como estas:

“Has consumido el 100% de MB a max velocidad de tu tarifa. Tu velocidad de navegación será reducida a 128Kb”
“XXX informa: Recibirá el envío XXXX el 10 de agosto. Más información en el 9100000”
“Centro médico le confirma su cita: XX el día 20/08/11 a las 16:35”
“Le informamos de que ya tiene disponible el último extracto mensual integrado”


por: 
MJC
Cuando el tiempo lo permite: Blogger, filósofa y friki  

De L a V: Marketiniana por dinero y diversión, aficionada al social media.   
Si mañana fuésemos super héroes, me pido mística.