jueves, 29 de noviembre de 2012

Cuéntame algo: engancha a tu cliente con algo que le interese

Años atrás los spots consistían en combinar un gingle pegadizo con un slogan que tuviera gracia todo con una presentación de producto adecuada. 
Esto ha cambiado mucho.

El exceso de mensajes, la masificación de los contactos y el cambio de mentalidad del consumidor han hecho evolucionar la comunicación. Una evolución que lleva a la síntesis, al mensaje visual, a llamar la atención por encima de todo. 

Si en los 90 se reiteraban los anuncios "misterio" (en los te presentaban algo indefinido y te desvelaban el producto unos días más tarde), después hemos tenido anuncios argumentales (como los videoclips, con historias: sean románticas, de acción... ) y ahora nos gustan mucho los anuncios que nos cuentan cosas.

El concepto es fácil: está demostrado (en argumentarios de venta principalmente) que iniciar la comunicación con un mensaje que interese al interlocutor y lo enganche hace la transición a la oferta comercial mucho más natural mejorando así la conversión (el cliente se muestra más receptivo). Ahora se trata de llevar ese concepto al guión del spot y crear ese mensaje que genere la primera atención para luego presentar el producto. Si lo hacemos bien lograremos que el público nos escuche, y esto hoy en día es mucho. 

En los últimos años y en virtud de lo dicho, las marcas nos han enseñado lo que es el síndrome de Stendhal, la historia de un cargamento de patitos de goma navegando por el Atlántico, el reto de una joven ganadora de BMX y mucho más. Mensajes que logran que escuchemos más allá y nos hacen aceptar la parte comercial con las defensas bajadas.   

En la era de la información, es el conocimiento (desde el más intelectual al más anecdótico o simple) lo que más nos sigue enganchando. Y a cambio de ese conocimiento hacemos un trueque con las marcas: tu me cuentas algo y yo te dejo que me expliques tu producto. Algo que si bien encuentra su máxima expresión en las redes sociales y los periódicos gratuitos, lo podemos usar en todo mensaje comercial: ¿ya lo has probado? 

... eso sí,  cuando las lecciones no sirven, siempre podremos probar con un chiste

jueves, 25 de octubre de 2012

El dilema del cliente dormido


Técnicamente se define al cliente dormido como aquel que ha dejado de interactuar con la empresa.

Para enterdernos, hablamos de todos esos servicios a los que estamos  suscritos (un gimnasio, cientos de tarjetas de fidelización, servicios de información, seguros de todo tipo…) de los cuales nos olvidamos hasta el momento de la renovación de cuota. Para estos proveedores de servicios somos un cliente dormido, aquel que no hace uso de los privilegios que tiene como cliente y que, en muchas ocasiones, desconoce los mismos o no les da valor.

Viéndolo con perspectiva, debemos observar que el modelo de negocio de estos servicios requiere que el uso de los mismos sea controlado. Un uso excesivo o desmedido puede empujar los costes reduciendo, anulado o superando al margen. Esto, además, puede ser especialmente malo en modelos que tengan limitaciones de disposición o espaciales, ya que, a parte del problema económico, supone una clara imposibilidad de facto (vamos, que en ningún club o gimnasio caben todos sus socios a la vez).  

Pero entendido que el uso del servicio debe ser controlado y que los clientes dormidos favorecen al control de costes y como tal benefician al margen (y pueden implicar mantener precios competitivos), también debemos tener en cuenta que el funcionamiento de estos negocios se basa en la renovación. Y si un cliente dormido es aquel que no valora el servicio (principalmente por que no lo usa), éste será mucho más susceptible no renovar (siempre que se acuerde de hacerlo).

De aquí el dilema del cliente dormido.

Mientras este cliente sigue dormido es el más rentable y, debido a su olvido deja pasar las cuotas de renovación sin más. Si bien, cuando despierte (al revisar sus cuotas, al acordarse de nosotros...) si no vincula este servicio a un valor, su posibilidad de no renovación se dispara (más en escenarios de control presupuestario). 

Por otro lado, si intentamos despertarle para ofrecerle y recordarle el valor del producto que tiene con nosotors, puede que valore más nuestro producto, lo que le puede llevar a usarlo más (y bajar nuestro margen) y en los casos que no logremos transmitir bien ese beneficio también tendrá más presente la renovación, con lo que será menos factible que renueve por que se le haya pasado la cuota.

Si bien este dilema cobra especial sentido en una época de crisis, en la que la gente revisa con detalle sus gastos, es algo a lo que las empresas de servicios se han enfrentado toda la vida. Por ello son tan comunes las campañas para dar valor a los clientes como las de fidelización, los programas de MGM (los que se conocen como trae a un amigo), las clasificaciones de clientes (oro, plata...). Y también otras como el financiamiento en cuotas, descuentos diferidos y en general, técnicas orientadas a hacer olvidar al cliente el momento de la renovación.

Merece mención el uso que se ha hecho también publicitariamente de este punto con campañas como "despierta" de Vertí, o "la apuñalada" de LDA. Las compañías de seguros saben lo difícil que es vender un seguro a alguien asegurado, por eso trabajan tanto con la captación de fechas de vencimiento y haciendo que el cliente las tenga presentes (juegan a despertar a los clientes de los otros, claro). Este punto anecdótico, entra así en el análisis de nuestro dilema: debemos considerar que sí no despertamos nosotros a nuestros clientes, quizás lo haga otro. Y siempre que el cliente se despierta por sí mismo o un tercero tenderá a hacerlo para no renovar.

Despertar a un cliente es intentar que sea de nuevo un cliente real, que participa y cree en nuestro producto, por ello se queda con nosotros y también escucha nuestras nuevas propuestas (venta cruzada).

El dilema puede ser resuelto con una nube de evaporación (modelo de resolución para el qué os recomiendo mucho el documento del maestro López de Ávila), pero en un campo financiero, se tiende a calcular económicamente la resolución de esta duda.

Consideramos el coste de fidelización: ¿cuanto nos va a costar dar valor al cliente? ¿Recordarle el servicio? Este coste debe considerar la bajada de margen por incremento de uso.

Y vinculado a esto, el éxito: ¿cómo mejora la renovación, y si la hubiera, la venta cruzada sobre estos clientes a los que se les ha dado más valor? En algunas ocasiones es bueno considerar un ingreso futuro actualizado (los beneficios futuros de mantener un cliente), si bien eso no es recomendable en un entorno tan agresivo en el que el coste de fidelización, probablemente, deberá repetirse año a año.

Muchas compañías, tras realizar estos cálculos, deciden apostar por mantener sus clientes dormidos. El miedo a perder margen o la poca confianza en la inversión en fidelización hacen que muchos aún se apoyen en modelos que se centran en explotar grandes masas de clientes despistados.

Pero cuando nuestra opción es no hacer nada, estamos dejando el resultado de nuestra competencia al azar de la memoria de nuestros clientes y lo que es menos apetecible, en manos de la capacidad de nuestra competencia. De modo que  en un entorno competitivo, no hay dilema que valga, (si es que queremos mantenernos en el mercado, claro). 

Podéis ver opciones de cómo invertir en fidelización en este otro post. 

Mantén viva la llama del amor, 5 modelos habituales para fidelizar a tus clientes


En el sector de los productos de cartera existen muchas formas de dar valor a nuestro consumidor. Algunas de ellas muy vistas, otras más exóticas... Si aún no sabes que hacer para retener a tus clientes y fidelizarlos, aquí tienes algunas alternativas que te pueden servir: 

Los programas MGM: Esto es member get member, lo que coloquialmente se llama: "trae a un amigo". Son estos programas que dan beneficios a los clientes al traer nuevos miembros. Si hasta ahora estos programas eran una parte muy interna de la relación cliente-empresa, hoy vemos varios ejemplos en grandes medios (como la renovación gratuita de verti o el Dúo de La Mutua). Estos programas comportan un beneficio adicional a la fidelización ya que traen nuevos clientes. Así parte del coste de la acción se puede considerar coste de adquisición del nuevo cliente. Estos programas tienen dos caras: el beneficio que ofrecemos puede ser muy grande ya que accederán a él menos clientes que a otros programas de fidelización y parte del coste de la acción se puede imputar a adquirir un nuevo cliente. Pero a la vez, estas campañas pueden ser vistas como algo alieno que no es realmente positivo para el cliente, este cliente no entiende que le quieres retener, puede interpretar que le estás utilizando.


Descuentos en cuota: fácil y simple. Ahora muy común con ofertas tipo "nos comemos el IVA". Su coste se da en el 100% de los casos (a diferencia de otros programas) pero habitualmente se valora poco. Es la solución menos imaginativa pero fácil de adoptar y de comunicar. Lo más frecuente es vincular la comunicación de ese descuento al hecho de ser cliente y llevar tiempo con la compañía o por el bajó uso. Una variante muy usada en los últimos tiempos es el regalo promocional (originalmente más usado para adquirir clientes en lugar de retenerlos) ya que tiene un valor percibido mayor al precio.

Ampliación de beneficios: un incremento de cobertura, nuevos servicios incluidos (como el manitas en los seguros del hogar), mayor acceso (ampliar horarios en gimnasios), estos son algunos de los formatos de comunicar una ampliación del valor a los clientes, de modo que incrementa su interés en quedarse. La clave recae en que esa mejora sea valorada por el cliente (normalmente tras escuchar que quiere). Al ser así esta acción tendrá éxito, pero posiblemente esa ampliación significará mayor coste (si es un beneficio deseado, será especialmente usado).

Regalos de terceros: fruto de colaboraciones publicitarias o de beneficio mútuo podemos ofrecer al cliente productos, servicios o beneficios de terceros como descuentos para esos servicios o usos gratuitos  (entradas al cine, servicios de spa, descuentos en parques temáticos). En este caso nos acercamos al concepto de descuento, pero más económico, aunque poco vinculado al servicio principal. Este tipo de campañas muchas veces tiene forma de programas de puntos, lo cual es una forma de "gamificar" la propuesta: la gente se engancha a conseguir puntos. Si bien el abuso de estos programas durante los últimos años ha logrado cansar al público que, además pierde la confianza en ellos ya que en muchas ocasiones se necesitan muchos puntos para un regalo que merezca la pena, lo que desvincula justamente a los clientes que ya de por sí tienen menor enganche con el servicio (si queremos que los usuarios ocasionales incrementen su uso debemos hacerlo fácil para ellos, si no sólo estamos fidelizando a los que ya son "hard" users)

Estímulo de uso, reventa/ valoración del servicio: este modelo se basa en potenciar la bondad del producto, si el valor del mismo es relevante y justificado el cliente no necesitaría de más regalos, descuentos o promociones para mantenerlo (esto, evidentemente, es teoría). Las técnicas de reventa y tangibilización de servicio se basan en volver a convencer al cliente. De este modo, el coste asociado a estas campañas es un incremento de uso y un coste de comunicación. Por su parte el cliente no tendrá esa sensación de colocación del producto (que a veces tienen con grandes promociones), pero en este mundo en el que nos hemos acostumbrado a más (no paran de hacernos descuentos y regalos y los exigimos porqué nos han enseñado que están incluidos en el precio), la simple reventa puede parecernos poco. Por eso este modelo por lo general se combina con otros.

Si estos son algunos modelos típicos de fidelización con "n" variables y combinaciones, los canales para comunicarlos se pueden ejemplificar con estos tres:

Los medios masivos: si bien el mensaje de fidelización es originalmente para los clientes, se está popularizando el uso de medios masivos como la tv. Esto responde al interés de las empresas en mostrar cómo se comportan con sus clientes frente a sus potenciales. De este modo se logra colaborar en la adquisición (ya que el cliente potencial valora cómo le tratará en renovación esa empresa), y se merma la capacidad de otros en retener "despertando" a los clientes de la competencia, lo cual es clave en sectores como el seguro de auto.

Internet (y ahora el fantástico mundo de las redes sociales): es el medio económico y versátil por excelencia. Muchos programas y modelos de renovación se han llevado a este campo debido a eso. Éste permite incrementar los contactos y las promociones sin que afecte al coste de la comunicación del mismo modo (y puede incrementar mucho la conversación entre el cliente y la marca). Internet sigue teniendo cotas de conversión más bajas que los medios directos tradicionales y presenta una dificultad adicional para algunos segmentos de clientes, pero da mucho juego.

Canales directos clásicos: tradicionalmente las campañas de fidelización se habían hecho fuertes en estos medios. La personalización del mensaje y la vocación de venta era natural para este tipo de campañas. Por ello y por que los medios directos clásicos cuentan con los mejores ratios de  conversión, siguen siendo una gran alternativa.  En su contra nos encontramos la limitación para crear marca o llegar más allá de los clientes actuales; así como el alto coste de las acciones comparado con los medios on-líne.

Existen miles de alternativas, muchas aún por descubrir para dar valor al cliente. Y es en la creatividad y en el entendimiento de nuestro cliente, donde reside el secreto del amor eterno.  

martes, 16 de octubre de 2012

Oiga, ¿yo a un corrector para qué lo quiero?


Hace unos días, una compañera compartía a través de facebook el anuncio de una importante compañía de seguros. El claim aparecía con un cuerpo de letra muy grande en carteles situados en OPIs de toda Barcelona, y decía: “PER QUÈ PAGUES TANT SI REBS TANT POC?”, que en castellano sería algo así como “¿POR QUÉ PAGAS TANTO SI RECIVES TANTO POCO?”.

2 errores ortográficos en 8 palabras. ¿Gazapo o desidia? ¿Una serie de errores encadenados? ¿Prisas en la validación de los originales? Es algo que no resolveremos y que tampoco es el objetivo de este artículo.

Las normas no son inventos de los lingüistas ni su cumplimiento un capricho de maestros y profesores sádicos de lengua. Las normas de escritura tienen una función comunicativa: debemos compartir un código para que nos podamos entender. Escribimos palabras con unas letras concretas, en un orden determinado, con unos signos de puntuación predefinidos para que la persona que lo lea entienda lo que le queremos transmitir.

Un texto con errores no nos permite entender bien el mensaje, porque nos hemos distraído con los gazapos. Además de restar comprensibilidad, puede tener un efecto secundario emocional en el lector. ¿Qué pensaremos de una empresa que es capaz de publicar un anuncio con esos errores? Como mínimo, crea desconfianza. Los errores se transforman en el mensaje que la empresa no quiere transmitir.

¿Recuerdan los centros de informática PC City?, ya desaparecidos. Tenían una tienda en la Ronda Sant Antoni de Barcelona. Nos gustaba ir a ver sus carteles, no para conocer las ofertas, sino para buscar errores ortográficos. Y siempre había alguno. No afirmaré que su fracaso empresarial se deba a sus problemas ortográficos, pero sí que puede ser un síntoma. Una empresa que no atiende a esos pequeños detalles, es probable que no atienda a muchos otros que son los que hacen posible el éxito de un negocio.

Los correctores profesionales te cuentan cómo, con la crisis y para reducir costes, se ha bajado el nivel de calidad de las correcciones y que se hace un uso indebido de las herramientas automáticas. Cuando el coste de corrección y traducción representa un porcentaje alto del coste de producción de determinados materiales, puedes entender el recorte. Pero no estamos hablando de publicar un libro sino de elaborar un cartel con poca cantidad de texto. Una corrección de este tipo no costará nunca más de 20 euros ni se demorará más de 40 minutos. Esta cifra representa una parte muy ínfima del coste de la campaña. Lo que sí que tendrá un gran coste será la substitución de los carteles, si la empresa decide hacerlo, y/o asumir el coste en la reputación ante sus potenciales clientes.

Estoy convencido que el cartel sí que pasó por las manos de algún abogado para validar el cumplimiento de la legislación vigente en materia de publicidad y del sector asegurador. Con ello, la aseguradora se quiere evitar la multa por publicidad engañosa. Incumplir con las normas de la lengua no está penado por la ley, aunque el descrédito de la marca y el coste económico puede ser igual o más grande que si de una multa se tratara.

Con las prisas y los presupuestos recortados, cometemos a menudo el error de querer hacer más de lo que debemos. Los marketinianos seguramente seremos los más indicados para vigilar que se cumpla el manual de la marca. Pero dejemos las palabras a los expertos, que no quede por 40 minutos ni por 20 euros.





por:Lluís Salart
Cuando la sociología conoció el marketing, y se hicieron amigos.
Account Manager en Valores & Marketing

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Yo no uso whatsapp (solo) porque sea gratis


A día de hoy es innecesario presentar esta App para smartphone. Whatsapp (un juego de palabras en inglés entre what's up y app) se ha hecho terriblemente famosa como caso de innovación disruptiva que ha revolucionado el mundo de los mensajes de texto de telefonía móvil (los SMS). 

No entraremos en el modelo de negocio de esta aplicación pero sí que revisaremos su funcionamiento para entender su éxito. 

Whastapp reemplazó el pago por mensaje (los mensajes son gratuitos) por la necesidad tecnológica de contar con un smartphone y conexión de datos (eliminando la barrera de la cantidad de comunicación y substituyendola por la necesidad de tecnología). De hecho whatsapp ha ayudado a vender muchos teléfonos por este motivo. 

Como sucede con los modelos de comunicación, esta aplicación funciona en sistema de redes: el cliente requiere que haya otros usuarios (a quien llamaría Bell al inventar el primer teléfono?). Ese aspecto convierte al cliente en prescriptor. Eso es importante ya que, a diferencia del SMS, los teléfonos no vienen con whatsapp instalado, por lo que existe una dificultad adicional. Como contrapartida, la forma de red que genera una distribución viral de crecimiento exponencial. 

Sin duda la gratuidad de los mensajes ha sido el acelerador principal de la distribución de whatsapp. De hecho este factor sigue siendo básico en la configuración del mismo. Pero lo que es aún más interesante es por qué whatsapp ha ganado al partida a otros sistemas parecidos. En una sociedad como la nuestra en la que los SMS cada vez son más económicos (y con muchos paquetes de centenares a bajo precio) y en la que un alto porcentaje de la población no paga su factura de teléfono (ya que usan teléfonos de empresa), whatsapp se ha coronado como el principal ser de mensajería por algo más que la ventaja del precio. 

Para ello debemos fijarnos en qué ofrece whatsapp a sus usuarios a diferencia de los demás, ya que los atributos importantes de un producto son aquellos que te diferencian de la competencia. 

Whatsapp se fijó en que lo querían los usuarios y desarrolló a partir de ello, no viendo al cliente como un objetivo comercial si no como el centro de su negocio. Esto es lo que se conoce como visión "customercentric", que cuando se aplica al diseño (combinando la empatía con la razón) se conoce como "Design Thinking". Aunque no sabemos si en whatsapp lo llaman así o simplemente lo llaman trabajar. 

Los creadores de whatsapp contaban con experiencia en el sector (concretamente en yahoo!) y querían ofrecer algo que gustara al cliente. Por eso en whatsapp no hay publicidad y, más importante, esta aplicación da respuesta a las nuevas necesidades del público de hoy. 

Debido a las redes sociales nos hemos acostumbrado a comunicarnos por grupos y a compartir más que texto; hoy necesitamos mandarnos, imágenes, vídeos, sonidos o nuestra localización. Y no sólo tenemos mucho que decirnos, si no que necesitamos que se guarde y poderlo consultar para gestionar nuestras relaciones correctamente, por eso el layout de la aplicación es modelo chat: lo que potencia la usabilidad de la aplicación. De hecho la usabilidad es uno de los mayores indicadores de la atención del desarrollador en el cliente y su experiencia. Y es esta característica la principal diferencia de whatsapp respecto a las demás opciones: ¿existe una forma más fácil y cómoda que la de whatsapp que además no te llena la pantalla de anuncios? 

Todo esto whatsapp lo ha hecho de forma gratuita, como las redes sociales: mezclando en este modelo características de diferentes categorías (usando un modelo parecido al de creación de modelos del "océano azul" que plantea construir modelos combinando existentes). Es por todo esto por lo que, para muchos whatsapp es una red social, no un sistema de mensajería. 

Aunque si es una red social, un juguete o algún tipo entretenimiento no es relevante. Lo que realmente importa es que gracias a escuchar al cliente, estos desarrolladores han creado una solución ganadora que está creciendo por todo el mundo y que ha hecho popular la el  "mándame un whatsapp" (aunque lo pronuncien de cualquier modo)  

jueves, 23 de agosto de 2012

Naming, 5 trucos para acercarnos al arte (o la ciencia) de dar nombre a las cosas.


Un día de estos tenemos que hablar sobre esta costumbre marketiniana de usar palabras tipo “ing” para todo; pero hoy nos centraremos en lo que hay detrás del Naming o lo qué es lo mismo; el darle nombre a las cosas (marcas, productos y empresas incluidos). 
Todos sabemos lo importante que es un nombre para una persona, ¿qué nos hace pensar que podemos darle un nombre cualquiera a nuestros productos?

Aquí os propongo 5 trucos para la próxima vez que os enfrentéis a la labor de dotar a algo de un nuevo nombre. 

1 - Un nombre es un mensaje.
El ser humano funciona por programación lingüística, ordenamos las cosas en nuestra mente a través del lenguaje y cada nombre lo asociamos a otras ideas. La asociación más básica (antes de realizarse por experiencias, conocimientos u otros factores) se realiza por similitud gráfica y/o sonora. Así la primera vez que escuchamos un nombre lo vinculamos a ideas con sonoridad y/ o gráficas parecidas o iguales. Esto sucede de forma primaria con nombres de personas (cuando te hablan por primera vez de una persona le asignas de forma instintiva aspectos de personas conocidas con el mismo nombre), pero también a marcas. ¿Qué es lo primero que te pasó por la cabeza la primera vez que escuchaste Mitsubishi Pajero?
En este sentido es importante tener en cuenta los valores que queremos asociar a la marca antes de elegir un nombre. Porque el mismo juego que a veces puede jugar en nuestra contra puede ser usado a favor trayendo aspectos positivos a la marca como la nueva web acierto.com.

2 - Un nombre debe ser tan único como una marca
No sirve de nada invertir en una marca que se confunda con otra. Si bien este parece un principio básico, se han dado casos continuos de coincidencias entre marcas que han generado confusión al cliente. Casos como la coincidencia de Habitat con Hábitat inmobiliaria, o los fast food Leon con los restaurantes Leon han dado más de un mal entendido. Las duplicidades también tienen un aspecto importante en la era de las comunicaciones: tan importante como encontrar un nombre libre es que su dominio on-line lo esté; si no podrás estar regalando visitas a la web de otro con cada nueva acción.  

3 - Un nombre debe ser fácil de reproducir (corto, sencillo, memorable, sonoro)
Si la gente no sabe pronunciar tu nombre o no lo sabe escribir, tendrás un problema. Si hace unos años este punto era relevante, la llegada de internet lo disparó: la gente debe saber escribir tu nombre para encontrarte en la red... Igualmente, ayuda mucho a hacerlo fácil que suene bien. Schweppes invirtió mucho dinero durante años en enseñar a los españoles a pronunciar su marca; a día de hoy se sigue diciendo mal y más de la mitad de la gente que consume tónica no sabe escribir el nombre correctamente (que en este caso es menos relevante); ¿tienes tu tanto dinero para gastar en mass media? ¿O es mejor llamarle de algún modo fácil?

4 - Un nombre debe estar pensado para su público
Si bien Mr. Propper era un gran nombre para un detergente de suelos, mucho más acertado fue cambiarlo por Don Limpio. Uno de esos aciertos como llamarle HS a "head and shoulders"; porque no sirve de nada que exista un vínculo entre el nombre y el objeto del producto cuando su público no lo entiende. Cuando se plantea un nombre se debe pensar cómo lo entenderá el cliente: no sólo por idioma, sino de cómo interpretará (que valores dará) al nombre en sí. Muchos términos tienen sentidos distintos en diferentes colectivos (grupos de edades, aficionados a deportes, minorías...) conocer las asociaciones que realizan estos clientes es fundamental para encontrar el nombre adecuado. 

5 - Un nombre tiene una dimensión completa
Uno puede cambiar el nombre de sus productos cada día y tener diferentes nombres para cada país (es lo que hace por ejemplo la sección de helados de UNILEVER con la marca Cuore, Frigo, Olá, Algida, Holanda, Frigore...); si bien eso significa invertir una alta cantidad de dinero por cada nombre (y en adaptar, modificar...) como contraprestación a la adaptación local. En algunos casos la pluralidad de nombres responde a estrategias internacionales (al comprar marcas regionales es mejor mantenerlas, justamente para no tener que crear una nueva), pero en general lo más eficiente es crear nombres que sirvan a lo largo de los tiempos a lo largo de las geografías (siempre y cuando la empresa tenga una mínima vocación extraterritorial y continuista). Un trabajo así permitirá amortizar la inversión en notoriedad de la marca y potenciar mejor el mercado internacional, si bien requiere un esfuerzo adicional al momento de determinar la marca. En este sentido Coca-Cola, Pepsi, Lays.... existen muchas marcas que han hecho lo posible para extenderse a lo largo del tiempo y el espacio, pero algunas de ellas lo han tenido más fácil para encajar en la cultura, la pronunciación y los valores de cada país. 

Y ahora es momento de hacer conciencia: ¿Cómo elegimos el último nombre de nuestros productos? Quizás debemos plantearnos dejar de hacer simples brainstormings para estas cosas o no hacer caso al primer jefe que se ilumine. Poner un nombre tiene más que gracia una relevancia destacable para nuestra marca y no debe ser tan simple, si lo fuera los padres no pasarían meses discutiendo, ¿no crees? 

martes, 3 de julio de 2012

¡Yo soy el Director General, chaval! - Aprende a gestionar a tus stakeholders


Los miembros de la dirección de toda empresa se enfrentan a la necesidad de gestionar sus stakeholders (sus empleados, compañeros, clientes, proveedores, su jefe...) pero en el caso del Director General, esta tarea cobra una relevancia especial: es la esencia de su posición y la clave para mantenerse a flote. De hecho, la rotación de los DG está a menudo relacionada con la mala gestión de los grupos de interés.

Para lograr una aproximación distinta al management y entender el impacto de nuestras decisiones, os presento "Yo soy el Director General, chaval", un juego de simulación de empresa enfocado en mostrar, de forma práctica, las implicaciones de las decisiones empresariales y de la interacción con el entorno.

Eso mismo lo hace distinto a otros simuladores enfocados en “hard skills” (gestión de tesorería, la cuota de mercado/ventas y el control de costes), y lo convierte en el primero de su tipo. Su aplicación es de utilidad para cursos de empresariales, asignaturas de máster y talleres de todo tipo: de hecho, se ensayó por vez primera en el Executive MBA del IE, en 2011 y podréis leer aquí el resultado.

En "YSEDG,CH", cada jugador es el Director General de una empresa y como tal debe enfrentarse a la toma de decisiones en la gestión de sus stakeholders para sobrevivir. El usuario/jugador deberá anticiparse a los movimientos de los demás para tomar sus decisiones. Todo esto bajo el condicionamiento de todo lo que afecta al mercado y los grupos de interés, lo cual pesa en sus resultados hasta cuatro veces más que las propias decisiones.

Si quieres organizar vuestra propia partida (tanto si eres profesor como alumno, o incluso si deseas retar a tu propio jefe o compañeros de trabajo), pongo a vuestra disposición de forma abierta todas las instrucciones en este link. Si tienes alguna duda, ponte en contacto conmigo.

Mientras tanto, empieza a practicar y repite conmigo: 
"Yo soy el Director General, chaval. ¡Y aquí mando yo!"

martes, 26 de junio de 2012

Axl Rose, experto en marketing de experiencias

Hace un par de semanas Axl Rose hizo esperar a miles de personas durante casi dos horas antes de iniciar su concierto en el O2 Arena de Londres. 
De hecho es algo habitual, Axl lo ha hecho durante toda su carrera. Si bien ha sido siempre interpretado como una excentricidad o un capricho de artista, en realidad se trata de una estrategia de marketing experiencial


Axl sabe que la mayoría de su público llega después de finalizar la actuación de sus teloneros, de este modo, se toma este tiempo para calentar la afición. Porqué en ese tiempo la gente se cansa, exaspera, se pone nerviosa y reacciona (primero con ansia, luego con enfado), si a la primera hora de espera la gente salta con cualquier cambio de luz del escenario, pasados noventa minutos todo el mundo se lanza a abuchear a cualquier técnico de sonido que remueva cables. Tras toda esa tensión, la aparición de los Guns despierta un torbellino de reacciones; todos gritan (estaban ya tan hartos de esperar que no pueden evitar su euforia) la violencia contenida y frustración de la espera se tornan en excitación: esa excitación que hace que un ejecutivo de corbata grite "welcome to the jungle" mientras tira una cerveza medio llena por loa aires. Ese ambiente se convierte, reacciona de un modo casi químico y logra el resultado que Axl esperaba: eso es el Rock'n Roll, justo lo que los Guns venden a su público. De hecho los artistas son un gran ejemplo: conocen perfectamente el concepto de generar experiencias. 


Así de fácil, más allá de la imagen, el sonido, los mensajes... la experiencia se convierte en el elemento clave para conectar con el cliente y genera una vinculación muy fuerte. Por eso el marketing experiencial o de experiencias es cada día más importante en el desarrollo de la estrategia de cualquier empresa: es lo que las escuelas de negocio enseñan  cuando reemplazan el CRM (customer relationship management), por el CXM (customer experience management).


Y es que los factores que crean experiencia se recuerdan hasta 5 veces más y son generadores reales de vinculación con el producto / servicio / marca; pero hasta bien entrado el sXXI no se ha aplicado este conocimiento en la gestión de atención al cliente de muchas empresas; sobre todo en las de telecomunicaciones. 

En la teoría se ha vinculado el marketing de experiencias a las actividades below de line (ya nadie diferencia entre above y below, pero es como antes se diferenciaba entre la comunicación en grandes medios versus la comunicación directa) especialmente con los eventos. De hecho se tiene en cuenta (o se debe tener en cuenta) en toda acción: desde como se abre un sobre, como le atiende a la bienvenida un camarero a una fiesta o la comodidad de las sillas de un stand promocional. Pero en realidad se puede extender el desarrollo de la experiencia a otros aspectos de la relación con el cliente


Un buen ejemplo de la aplicación de todo esto en otra esfera es el caso del packaging. Todos sabemos lo que nos gusta abrir un regalo (de hecho el placer de un regalo se concentra en un 60% en el acto de desenvolver el paquete), por eso Apple cuida tanto la presentación de sus productos; no se trata de un aspecto estético (o simple diseño como muchos indican), es algo sensorial. Lo mismo que sucede con la revista Matador cuando te llega a casa o con la edición especial del juego de PS3 "Los caballeros del zodiaco" (cuya caja parece el baúl de la armadura de sagitario). Todas estas empresas, más allá de limitarse al contacto directo con el cliente, han estudiado como impactar en el mismo cuando se encuentra a solas con su producto. Cosas como ésta diferencian a una buena marca de una realmente excepcional. 

La necesidad de adentrarse en la experiencia del cliente supone un nuevo reto para muchos profesionales acostumbrados a centrar sus acciones en su producto, no en su cliente. Por suerte para ellos, nadie tiene problemas para distinguir entre una silla cómoda y otra incómoda o que caja es más fácil de abrir o transportar... de modo que cualquiera tiene la base para poder hacerlo bien. Por eso cuando la experiencia que organiza un experto para su cliente no es buena, no dudaremos de su capacidad, si no que sabremos que simplemente no ha hecho su trabajo.

viernes, 15 de junio de 2012

El posicionamiento web local


La mente de un programador informático dá muchas vueltas, y la de un SEO (persona que se dedica al posicionamiento web) más aún.

A la pregunta que me hacen sobre ¿Para que sirve tu trabajo? Nunca supe que responder al principio, pero al darle tantas vueltas a esa respuesta, se me ocurrió “la respuesta perfecta”, apta para todos públicos (o al menos la mayoría, ya que usan internet) . Tú cuando quieres encontrar un determinado servicio en tu ciudad, te vas a Google, ese magnifico “sacador de apuros”, y tecleas ese servicio + la ciudad.

A partir de esa respuesta, me planteé mi proyecto, si la gente actúa conforme a esta lógica, intentemos convencer a las empresas para que quieran ser encontradas por estas personas.

Ahí empezó mi proyecto sobre posicionamiento web en granada (www.almu-seo.com), y desde entonces no hago más que verle ventajas. Las empresas locales salen como pueden de la crisis adelantandose al resto, y eso solo se puede conseguir con las nuevas tecnólogias, y evidentemente, internet está encima de todas ellas.

¿Qué es el posicionamiento web? Es el conjunto de técnicas que se aplican a determinada página web para que los resultados de busqueda de los principales buscadores consideren que esa página debe ser mostrada en una posición determinada. Y por lo dicho anterior, si lo aplicamos al ámbito local, esas técnicas deben ir orientadas a hacer referencia constantemente a la localidad y utilizar técnicas de geolocalización.

Evidentemente, el posicionamiento web local, conlleva un esfuerzo menor de trabajo, y por lo tanto un coste económico inferior para las empresas, por lo que es ideal para estas, pero de cara al SEO que lo trabaja requiere una gran astucia para saber enfocar su trabajo a la región sobre la que está trabajando.

Lo curioso es que no está desarrollada esta idea de “posicionamiento web local”. Las empresas se empeñan a posicionar en las primeras posiciones las páginas de sus clientes, pero a veces no tienen en cuenta cual es su rango de clientes potenciales. Por tanto, con el posicionamiento web local se puede conseguir otro segmento de clientes menos poderosos económicamente pero con la intención de ganar a su competencia local.

Tenemos un variado público en cuanto a busquedas locales. No solo tenemos a la persona que vive en una ciudad y busca algo que todavía no sabe donde puede encontrarlo. Sino que también tenemos al turista que viaja a una ciudad, y está completamente perdido, asi que, cuando quiere algún servicio, coge su fabuloso smartphone con conexión a internet, y busca el servicio específico en la ciudad donde se encuentra.

Las empresas locales cada vez recurren más al posicionamiento web local, ya que aumentan su visibilidad y por lo tanto, de forma directa aumentan sus clientes y por tanto, sus beneficios. El empresario debe adoptar una mente más abierta y moderna si quiere sobrevivir en la dura carrera de  la competencia.

En conclusión, intentemos comprender como busca la gente y adaptémonos a sus criterios.







Por: 

Enrique Jiménez

Experto SEO en Granada.

Para más información www.almu-seo.com

lunes, 11 de junio de 2012

¡Hazte el moderno! 9 conceptos que usar en tu próxima reunión

No puedo dar las claves para ser un experto de los negocios a día de hoy, pero quizás sí puedo dejar algunos trucos para ayudarte a pasar por un "enterado".  Bueno, de hecho solo voy a poner una lista de términos que ahora los "modernos" usan constantemente.
Porque usar los términos "viralizar", "monitorizar", "monetizar", "ROI" o "geolocalización" ya no están de moda, tienes que renovar tu léxico. Recuerda que, el secreto no es solo conocerlos, si no también saber como utilizarlos propiamente (digamos que no es infrecuente que alguno que va de moderno suelte grandes barbaridades). Piensa que, ante la duda, lo mejor es no decir nada. 

Crowdsourcing: No es nada nuevo, pero se ha puesto de moda a través de las cada vez más comunes plataformas de crowdsourcing. Consiste -hay miles de descripciones- en realizar proyectos de forma colaborativa, vamos, en grupo.  Si bien es un grupo que puede ser indeterminado y casi infinito. Un sujeto  iniciador comparte un proyecto con un colectivo (o con toda la red colgándolo en abierto en la red) y todos los que lo deseen pueden colaborar en el mismo proyecto aportando conocimiento o trabajo. Fruto de este tipo de trabajo tenemos grandes resultados (en cuya programación han trabajado centenares de individuos). 

Canvas: (Canvas Business Model) También conocido como el lienzo. Éste es un modelo originalmente planeado por Alexander Osterwalder que sirve para plantear y analizar modelos de negocio. Una simplificación que permite ver fácilmente las actividades clave de un negocio, sus relaciones con clientes o la forma en la que generan dinero. Canvas se encuentra bajo licencia de creative commons (ver más abajo)

Creative Commons: un tipo de licencia para propiedad intelectual (que se ha popularizado a través de internet) que si bien respeta los derechos de autor, facilita compartir usos con otros. La forma más fácil de entenderlo es decir que es la alternativa a "todos los derechos reservados", en la que el autor emite unas condiciones para usos concretos de la obra por parte de otros. Un ejemplo habitual es permitir el uso de imágenes bajo licencia de creative commons para usos no comerciales. 

Crowdfunding: Una alternativa a perseguir inversores para proyectos, el corwdfunding consiste en captar microfinanciamiento por parte de un colectivo. Funciona a través de páginas como lanzanos.com o verkami.com en las que se pueden colgar proyectos para solicitar financiamiento. Cualquiera podrá entonces entrar y hacer un donativo para el proyecto que quiera normalmente a cambio de un "premio" organizado como compensación. De este modo proyectos que podrían encontrar dificultades para captar fondos por vías habituales tienen un modo de financiarse. Este modelo se usa tanto para nuevos proyectos empresariales como sociales, artísticos e incluso proyectos de empresas ya en funcionamiento. Las malas lenguas dicen que, se ha puesto tan de moda en todos los foros de emprendedores este término que, cada vez que alguien vuelve a presentar un proyecto de plataforma de crowdfunding, Dios mata a un gatito, estáis avisados. 

Gamificación: Simplificando, consiste en dar aspectos de juego a procesos de consumo. Si algunos teóricos se centran en hablar de la teoría de juegos, es más fácil contarlo diciendo que son esos aspectos de juego que nos enganchan: rankings, puntos, niveles...  Si bien la gamificación se plantea originalmente para vender más, también se utiliza para otros procesos, normalmente con la finalidad de generar fidelidad como es en fuerzas de ventas. Internet es de nuevo uno de los escenarios favoritos de la gamificación, dónde se aplica tanto en consumo como en aspectos no directamente comerciales (como la categoría de prescriptores, posicionamiento de articulistas...) 

Prosumer: Dicho fácilmente, el consumidor que a la vez produce. El boom del concepto de prosumer lo vivimos con esa oleada de anuncios hechos por consumidores en Youtube, si bien ahora se extiende a toda la participación directa del consumidor en el proceso de creación (aportando ideas a la empresa, valorándolas, dándoles forma...). Prosumer no es solo un nombre, implica más ya que representa a este nuevo consumidor que tiene un papel más activo, es más exigente y está más informado. Si bien debemos tener en cuenta que el prosumer es la evolución natural del consumidor con lo que ya no podremos hablar de un tipo de cliente, si no que se va a subdividir en diferentes subtipos de cliente dependiendo de sus hábitos de consumo y de producción. 

SOLOMO: Acrónimo para Social, Local y Mobile. Se refiere al nuevo espacio en el que se desarrolla nuestra comunicación; las redes sociales, la geolocalización y los dispositivos móviles. Su manifiesto se centra en dar indicaciones para conocer este panorama y desarrollar acciones en el mismo. Según los defensores del SOLOMO (que si no lo eres, finge, porque es muy guay) cualquier plan de marketing o de comunicación actual debe tener en cuenta este nuevo escenario en el que discurre parte importante de nuestra realidad y, sobretodo, el de nuestros clientes. 

Emprendimiento social: Debemos el término de emprendimiento social al Premio Príncipe de Asturias de 2011 Brill Drayton, creador de Ashoka, el mayor exponente de apoyo a emprendimiento social. Si bien ahora otros proyectos como UEIA refuerzan el crecimiento de este concepto. Para entendernos, un emprendimiento social es una empresa con ánimo de lucro (que debe ser rentable, con una ventaja competitiva sostenible en el tiempo... ) y a la vez dar una solución a un problema social. Un ejemplo habitual son proyectos que beneficien colectivos desfavorecidos (una empresa que vende productos más económicos para un colectivo p.e.). Algunos entienden el emprendimiento social como una evolución de la RSC, en la que la dimensión social toma un protagonismo especial, otros creen que es un modo de dar viabilidad a proyectos sociales (que cada vez tienen mayor dificultad para lograr financiación) y siempre hay cínicos que creen que es un modo de dar un poco de marketing a una empresa. Seguramente todos tienen razón. Un dato curioso es que, a pesar de que este concepto es relativamente nuevo, algunos consideran la empresa Patagonia Clothes como un referente, justo una empresa que hasta hace bien poco se consideraba por muchos como una pionera de la RSC. 

¿Quieres más? Bueno, te daremos más, pero mejor ya otro día. Por ahora práctica como usar estos 9 conceptos en una frase. 

Y recuerda, si en algún momento alguien usa uno nuevo que no sabes qué significa, ladea la cabeza ligeramente, entrecierra los ojos un poco y di de forma solemne mientras asientes con la cabeza: "interesante". Ya luego lo buscas en la wikipedia con tu móvil. Es lo que hacemos todos.