Las estrategias de gratuidad
no son nada nuevo. "Lo gratis" ha sido utilizado desde siempre en las acciones comerciales de todo tipo de empresas. Este tipo de estrategias se encuentran en
infinidad de modelos desde la panadera que regalaba un bollo a los hijos de sus
mejores clientas hasta las empresas con "modernos" modelos "fremium" cuya captación de
volumen para hacer negocio se basa en la gratuidad.
La palabra "gratis"
tiene un efecto muy positivo en la mente de las personas, desbloquea parte de
sus inhibidores de decisión. El experto Dan Ariely ha analizado el "poder
de lo gratis", y como él muchos más han ahondado en el impacto de esta
palabra en la mente del cliente (que supera el efecto del término
"nuevo" por ejemplo). No es sorprendente entonces que sea una de las palabras más utilizadas en publicidad y de las más buscadas y usadas en internet.
El efecto en neurología del
uso de "gratis" lo podéis comprobar por vosotros mismos en una
conversación: es una de esas palabras mágicas que modifica la percepción del receptor
y cambia su disposición hacia nosotros. Esa reacción no se debe sólo al efecto "racional" del "homo economicus", se trata de algo que nos afecta de forma instintiva e impacta directamente en la forma de comprender el mensaje y empatizar con el emisor (que automáticamente deja de ser un "adversario" para ser "amigo" ya que no nos quiere "quitar" dinero a cambio de algo, si no que nos "regala" algo).
Si bien en algunos casos el (mal)uso de este tipo de tácticas puede
generar desconfianza al cliente/consumidor (y con eso no activar el estímulo que debe o incluso generar un efecto opuesto al deseado). Por eso a la hora de utilizarlas debemos tener en cuenta
algunos factores:
1. Gratis, pero conocido
Algunas campañas siguen
trabajando con conceptos como: entra y te damos "un regalo", o al comprar algo te
hacemos "un regalo"... un tipo de campaña que tiene varios defectos: de entrada, "regalo" no es "gratis" el término gratis es más poderoso que el término
regalo (la gratuidad no comporta nada a cambio, los regalos se vinculan a actos, favores o sucesos para activarse). Además, a la gente no le atraen los regalos o premios que no conocen:
no se puede estimar su valor (y por ende no se genera el deseo sobre el mismo). Este tipo de promoción se percibe como de "poco valor" y sólo tiene de atractivo el factor sorpresa (no debemos
desestimarlo, pero es mucho menos poderoso).
Si explicamos lo que vamos a
regalar o dar "gratis" el cliente podrá estimarlo, valorarlo y desearlo de verdad (eso lleva
el poder de la promoción más allá del momento de la misma ya que el valor de lo
que se conoce y entiende se recuerda).
2. Gratis, pero con valor
Si decimos que se debe contar
lo que se da gratis, es evidente que ese algo debe tener valor para ser
atractivo. El uso de productos sin valor como ganchos gratis ha afectado el
interés de los clientes en este tipo de promociones, dar cosas sin valor puede
captar a corto plazo pero afectará al posicionamiento de la marca (nos asocia a
prácticas poco atractivas - por decirlo finamente).
Es importante en este punto
entender qué es el valor y qué da valor: el valor es diferente de cliente a
cliente y de marca a marca (una gorra de la marca Ferrari tendrá mucho valor,
una de la carnicería de la esquina tendrá mucho menos). Si queremos que el
regalo predisponga al cliente de forma positiva a la marca o premie alguna
acción que le pedimos al cliente, debemos darle valor que perciba como tal (una valoración que no tiene porqué estar vinculada al "precio" o "coste" del elemento y que cambia de cliente a cliente).
3. Gratis, pero porqué
El cliente debe entender
porqué le damos algo gratis. Eso es fundamental para superar la desconfianza.
La gente entiende que "nadie da nada gratis", por lo que el cliente
debe entender porqué le damos alguna cosa evidenciando el motivo: danos tus
datos y te regalamos un mes de prueba; compra el producto A y te regalamos una
muestra del producto B...
Los clientes a los que se les ofrecen
productos o servicios gratuitos sin más y no entienden el motivo podrán generar
barreras adicionales a la marca y más resistencia.
Es importante introducir aquí
dos puntos relevantes:
- Las nuevas generaciones se están acostumbrando a lo gratis. Las nuevas empresas y los modelos basados en tecnologías e internet han hecho que muchos jóvenes estén acostumbrados a la gratuidad y se cuestionen menos el motivo de los mismos, a este público a veces lo difícil es justificarles los precios de servicios que han conocido como gratuitos. Un buen ejemplo son los periódicos (ya tenemos generaciones de consumidores que se han criado con los periódicos gratuitos y nunca han pagado por la actualidad)
- Algunos entornos o "usos y costumbres" (como el entorno digital o las ferias de muestras) reducen la resistencia a la gratuidad. Ya que los usuarios lo entienden normalizado.
- En ambos casos el conocimiento de los modelos económicos basados en la publicidad son la clave (no es necesario que les expliquemos a los clientes el motivo de lo gratis, ellos interpretan - sea cierto o no- que ganamos dinero con la publicidad de su entorno).
4. Gratis, pero con estrategia
La gratuidad es una forma de
promoción muy poderosa pero debe utilizarse dentro de una estrategia lógica: el
abuso de la gratuidad en un servicio o producto puede menospreciar el valor del
mismo (si algo lo damos muy a menudo gratis será difícil que alguien lo quiera
pagar luego). La gratuidad está más indicada para:
- que la gente "pruebe" un servicio del cual confiamos mucho en su experiencia (si el servicio o producto es malo, la gratuidad es una vía directa al fracaso) un buen ejemplo las pruebas del servicio premium de www.spotify.es
- para potenciar el conocimiento de una marca en la que el cliente no conoce (le das una oportunidad a la marca y la conoces, estás comprando notoriedad) como los viajes gratuitos que regala www.cabify.com http://www.cabify.es/es/homeanuevos clientes para captar nuevas cuentas.
- como acelerador para toma decisiones (de un producto principal) una de las técnicas más usadas en empresas como Yves Rocher (unos grandes del marketing!)
- captación de datos de clientes para acciones posteriores, como las entradas gratuitas que regala www.zapper.com para nuevos registros en algunos eventos (al darte de alta y pagar esos 0€ de entrada a través de su aplicación.
Con todo esto y aunque suene a broma, lo gratis vende mucho.
Eso sí, si no se va con cuidado y se siguen las indicaciones correctas lo gratis puede salir muy caro.
Eso sí, si no se va con cuidado y se siguen las indicaciones correctas lo gratis puede salir muy caro.
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